martes, 4 de enero de 2011

La lucha del 4%...

... Más que una lucha por exigir el cumplimiento de la Ley 66-97.

No es casualidad que el 91% de la población dominicana esté de acuerdo con el cumplimiento de la Ley 66-97, que establece la asignación del 4% del PIB a educación.

No es casualidad que semana tras semana nos fuésemos sumando cada vez más, sombrilla en mano, frente al Congreso a exigirle a ‘nuestros’ representantes hacer cumplir esta ley que, de 13 años promulgada, NUNCA ha sido cumplida.

No es casualidad que el pueblo haya asumido este reto y, con la creatividad que nos caracteriza, hacer realidad el histórico Lunes Amarillo donde todos expresamos un mismo sentir a una sola voz: 4% PARA LA EDUCACION!!

Tampoco es casualidad que una ley que influye directamente en un tema de tan vital importancia para el desarrollo de cualquier país, nunca haya sido cumplida en el nuestro. Precisamente en un país donde los grandes problemas que posee (corrupción, desempleo, violencia, emigración ilegal) tienen matriz en la falta de educación. Y vemos entonces que esa deficiencia en nuestro sistema educativo da como resultado una población ‘inmóvil’, ‘muda’ y ‘ciega’, incapaz de interpretar en su diario vivir la forma en que el sistema capitalista saca ganancia de la situación de pobreza a que somos sometidos eternamente.

No les conviene que pensemos, analicemos ni interpretemos. La lucha del 4%, no es una lucha exclusivamente económica; bajo el 4% exigimos también un nuevo modelo de enseñanza que forje criticidad en nuestros pensamientos que nos ayude a transformar nuestra sociedad y lograr la justicia social que todos y todas merecemos.

Cada vez que vistamos de amarillo, que levantemos las manos señalando el 4 con los dedos, o brincando y con los pies formemos el 4, reclamaremos la asignación del 4% del PIB a educación y reivindicaremos nuestro compromiso de luchar sin pausa hasta ver la Patria por la que Duarte, Sánchez, Mella, Luperón, Manolo, Las Mirabal, Caamaño, Mama Tingó, Amín Abel y cientos de héroes y heroínas vivieron y murieron.

Perdimos esta batalla, porque la mayoría de nuestros congresistas respondieron al llamado de intereses ajenos al clamor del pueblo que en ellos confió su voz; pero ganamos al 91% de un pueblo que, recuperando de nuevo su voz y haciendo uso de sus derechos, retoma un espíritu combativo que bajo nuevas formas exigirá que sus derechos y leyes sean respetados.

¡Y no descansaremos! ¡Nuestra voz se escuchará en cada rincón! ¡El amarillo iluminará todos los rincones, para que el futuro de nuestro país vuelva a brillar con los destellos de una educación integral!

Merlyn Andújar
03 de enero del 2011