miércoles, 9 de julio de 2008

Vivir con un alcohólico

"El alcohólico es un enfermo. Como el que padece una gripe, o una depresión, la persona adicta al alcohol no tiene control sobre su condición. Y, en su ansia por beber, es insensible a los sentimientos de sus familiares, para los que la vida en familia es muchas veces una pesadilla de insultos, violencia e infidelidad, que acaba con el matrimonio y con la armonía familiar".


Uno de los problemas es que, al alcohólico ser impredecible en cuanto a las reacciones que pueda tomar en diferentes circunstancias, sus familiares viven en un estado de miedo de temor de que se provoque una situación violenta. Por lo que la paz que debe reinar en una familia se transforma en una guerra de supervivencia.


Lo más difícil de lidiar con un alcohólico es que éste nunca acepta que lo es, por lo cual rechaza todo tipo de ayuda por parte de la familia o de alguna otra persona que no conviva con el alcohólico.


Es por eso que si forzamos al enfermo a presión para que acepte ayuda, el resultado será inverso, porque es él mismo quien tiene que tomar esa decisión. Cuando éste reconozca que es una enfermedad y por lo tanto tome la determinación de combatirla, es que hay que apoyarlo y colaborar en todo lo necesario para que supere esta etapa dolorosa no solo para él, sino para toda su familia.


Algo que me sorprendió mientras buscaba información sobre este tema fue que según expertos

"el 70 por ciento de los hijos de alcohólicos intentan esconder el problema porque se sienten avergonzados, algo que no hace más que agravar la situación porque el secreto es parte crucial del problema".

Y no es para menos, pues tener a un alcohólico en casa no es algo bueno 'of course', pero con cierto recelo comprendo que si lo que se quiere es solucionarlo hay que hablarlo, pero con las personas correctas que puedan suministrar alternativas para sobrellevar y resolver este mal social.


Otros de los datos que arrojan varias investigaciones sobre el tema, concluyen con que

"el 70% de las hijas de hombres alcohólicos al menos una vez han sido abusadas sexualmente por su padre".

Por Dios!! Esas cifras dan miedo, me dan miedo.
La violencia que acarrea el alcoholismo exige que el niño busque ayuda y que tenga presente que hacerlo no equivale a traicionar a su padre o madre alcohólico, ni indica falta amor hacia él o ella. Es importante tener claro esto.


Otra consecuencia es el sentimiento de culpa que muchas veces cargan los hijos con respecto al alcoholismo de su padre. No es culpa de ellos, por lo que se debe evitar que ellos intenten solucionarlo (muy tarde), o discutirle al enfermo cuando está bajo el efecto del alcohol (muy tarde, too).


El peligro más grande que pueden correr los hijos que viven esta 'novela', es que estos son más vulnerables a ser alcohólicos. De ahí la importancia de concienciar al hijo de que el alcoholismo es una enfermedad y, como todo problema, hay que enfrentarlo en vez de negarlo.

Muchas veces el dolor de los hijos, no es solo por ver al padre enfermo y todo lo que acarrea esa situación, el dolor también llega al ver al otro padre cómo debe cumplir con otros roles para suplir la carencia emocional y económica provocada por el padre enfermo.


Excúsenme si este post se torna muy extenso, pero es un tema que me inquieta a sobremanera. Y por más que teoricemos en torno a este tema, nunca se va a comparar a tener a un enfermo en tu misma casa 'online', 'en vivo y directo'. Es difícil, saber que es un problema, y tener deseo de resolverlo, pero tener que esperar a que sea el 'enfermo' quien dé el primer paso. Esperar mientras la salud de tu padre/madre se destruye, a la vez que destruye la vida (por más que digamos que no, afecta) del resto de la familia, y acaba con lo que debería ser una familia. Es difícil, la sensación de impotencia que invade a quienes viven bajo esta situación, no se la desean a nadie (al menos no a sus amigos :P ). Es difícil cuando ataca la ira de ver cómo el alcohol (sí, ese mismo con el cual compartimos, y en justa moderación es cool) puede destruir una vida, y cómo el enfermo se hunde cada vez más, y todo esto en nuestras propias narices. No es justo. Dios nos ampare.

wikipedia, todamujer, univision, mimente