viernes, 25 de abril de 2008

(Sin título)

Quiero ser la imagen
que se queda grabada en tus ojos cuando lo cierras,
quiero ser el líquido que sacie tu sed,
quiero ser la dueña de esos ojos tímidos
y de ese manantial de amor
que sé, es tu corazón.

Pero no soy más que un trovador
que canta sus penas
en cualquier bar
de cualquier zona colonial,
en cualquier banco
de cualquier parque.

Pero no soy más que una lágrima
que noche tras noche
absorbe la almohada
del lado izquierdo de mi cama.

Pero no soy más que un televidente
de la novela que luna tras luna,
se desarrolla frente a mis ojos,
cuyo fin no veo cerca.

Pero no soy más que el frío invierno
que gris espera la primavera,
que son tus ojos,
que son tus manos,
que son tus labios,
que es tu alma.