miércoles, 22 de junio de 2011

Mi viejo. Papá

Mi viejo. Tu soledad marchita
como el último halo
del último cigarrillo que fumaste.

Mi viejo. No sé cuántas veces
intenté entrar en tu mente
sentarme en la antesala,
entenderte, más quererte.

No hay crucigrama, enigma,
adivinanza alguna
que agobie mi intelecto,
como el de descubrir lo que llevas dentro.



El por qué de tu silencio,
la causa de tus excesos,
lo que opaca tu alegría,
lo que te encierra desde adentro.

Ay viejo! cuán triste estoy
cuán triste me siento
cuán hondas son las grietas
que esto hace en mi alma

Te amo papi!!
Tal vez nunca llegaré a entenderte.
Pero nunca, NUNCA dejaré de amarte.

1 comentario:

Lunático dijo...

Muchas veces las personas que tenemos mas cerca son a las que menos entendemos, pero irremediablemente son a las que mas queremos.

Saludos rabiosos y animo