miércoles, 13 de mayo de 2009

...

"Cuida a tu madre, quiérela, porque ya yo no tengo madre"

Con esas palabras se despidió mi madrina anoche, al salir del velatorio de su madre. Y aun ahora no he podido sacar esas palabras de mi mente. Las siento como cuchillas en mi corazón. Y sé que es difícil ver la muerte de quien te dió vida, de quien encima de la absoluta autoridad de un Dios de los cielos tuvo la decisión de traernos al mundo.

Cuando me dijo estas palabras no encontré qué decirle, y recurrí al universal idioma del abrazo. En silencio, recibimos la paz requerida para estos casos, y llegaron los buenos recuerdos de su madre. De nuestra Tata. Nuestra abuela. Para ser familia no nos hace falta sangre, solo estar ahí, siempre.

Estas semanas han sido como un jarro de agua fría en el pecho de un tb+. Muchas situaciones poco agradables, pero que a la larga moldean mi vida para situaciones futuras. A veces siento que se me agotan las fuerzas. Pero está Dios, mi madre, mis amigos (los amo!!), la música (aunque hoy no quiero oir nada).

Me duele el corazón de tanto sentir. Mis ojos de tanto llorar. Mi mente de tanto recordar.

Pero sé que pasará... y eso me tranquiliza.

Peace!!

1 comentario:

Ginnette dijo...

Todo eso pasará. Tranquila.
Un abrazo.