lunes, 26 de mayo de 2008

A tu salud! por mi enfermedad!!

Los volcanes se helaron...
se hizo tarde,
pero el reloj no avanzaba
y el sol aun no se atrevía
a asomar su rostro en la ventana.


Las estrellas están de fiesta
y embriagan a la Luna,
para que dure una hora más.
Y yo solo quiero que se vaya la luz.


Que los puercos no se gocen en el fango
que las palomas no me caguen el banco
y que esta concurrida soledad
no esté tan llena de nostalgias,
y no me dé la bienvenida
siempre que la brisa me lleve a su portal.


No tengo ánimos de parecer amable:
que truene! que truene la tierra
y erosione el cielo,
que se escapen los demonios!!
que los ángeles hagan fiesta!!


A tu salud! A la de ella!
A tí, soledad!
A tu salud! por mi enfermedad!
Por mi mal, que es tu bien.
Por mi bien, del que soy mal...


Al diablo explicaciones!
no quiero palabras tendidas en mi patio,
expuestas al aire,
desprendiendo sílaba tras sílaba
todo rastro de amistad mendiga.


Y freno en seco en esta carretera.
Abandono este féretro
que me llevaba al vacío.
Me alejo de las vías
gastadas por las huellas
de vidas sin almas
que quieren todo
sin sacrificar nada.

Yo me largo!
y trazo mi camino
sin señas, ni semáforos
conmigo, sin tí,
como la primavera que se alza
tras el gris invierno...

Que el viento dibuje mi destino
y afine las cuerdas de mi voz,
para que mis pasos no persigan tu sombra
ni grite tu nombre mi voz...

Que la memoria de mis dedos
olvide tu silueta,

Que mi memoria sea la arena,
y el tiempo, el mar.
Que te lleve, te lleve, te lleve;
y en tí no piense ya...

2 comentarios:

Alejandro Correa dijo...

Tan serio que se veia el poema al principio...

"Alex G." dijo...

Como dijo Neruda:
..."es tan corto el amor y es tan largo el olvido."