martes, 4 de marzo de 2008

Delirios... (recordando)



Me desperté con la tonta idea de que dormías conmigo

cuando miré a mi lado no vi más que tu ausencia

y un dolor acá, en el alma, en todo el cuerpo

Que me recorre entera, por la mitad, un cuarto, una décima parte...

No sé mucho de medidas,

pero de tu partida es mucho lo que puedo decir.

Noviembre.

Ya entiendo porqué siempre llueve y es gris

Mi alma lloró un noviembre

llovió, lloré, llovió, lloré

y en cada gota de lluvia

como en cada lágrima que de mis ojos brotaba

se iba desvaneciendo

lo que por ti sentía, lo que por tí sufría.

Te quise, te lloré, te odié, te deseé,

y poco a poco te olvidé...

5 comentarios:

Wasarry dijo...

Hermoso, lo triste de estos es que es hermosamente bello...y puede doler

Medea dijo...

Como debe de ser!!!

SE olvida pero quedan las experiencias!!! ellas nos hacen ricos en vida y nos preparan para el amor verdadero

Anónimo dijo...

Este poema se parece a mi, también lloré en noviembre, sólo que, como es usual en mi, lo hice son lágrimas.

@MerlynAC dijo...

sin lagrimas?

Maria Luisa Ertim dijo...

yo aun estoy llorando,
ah! como quisiera poder olvidarlo de un espanto, de un brinco, rapido como la velocidad de la luz, para que este dolorcito entre el pecho y el estomago no se me haga costumbre y necesidad ni me haga víctima de esa muerte no anunciada.